Es alto y de complexión fuerte por la vida dura en el camino. Su rasgo más distintivo son las profundas cicatrices en su mejilla, marcas de un encuentro cercano con la muerte (quizás un animal salvaje o un cuchillo muy afilado). Siempre lleva una barba de varios días y el pelo oscuro y desordenado bajo su sombrero negro de ala ancha. Viste prácticamente siempre su pesado abrigo negro.
No es un villano, pero hace mucho tiempo dejó de ser un héroe. Es cínico, de pocas palabras, extremadamente observador y pragmático hasta la crueldad si la situación lo requiere. Acepta trabajos peligrosos no por gusto, sino porque es lo único que sabe hacer bien. Es el personaje que preferiría estar solo, pero cuyos demonios internos (y sus necesidades económicas) lo empujan constantemente hacia el peligro. El cigarro es su símbolo de control y su pequeño vicio, un ancla a la tranquilidad en medio del caos.